Los rayos ultravioleta (UV) se subdividen en tres tipos:
UVA: Atraviesan fácilmente la atmósfera, alcanzando toda la superficie terrestre.
UVB: Longitud de onda corta. Tiene mayor dificultad para atravesar la atmósfera. Llegan con más facilidad a la zona ecuatorial que en latitudes elevadas.
UVC: Longitud de onda corta. No atraviesan la atmósfera. Son absorbidos por la capa de ozono.
UV-C
La radiación UV-C, que sería la más peligrosa para la salud, es absorbida al l00% por el ozono de la atmósfera y, por lo tanto, no produce daño.
Esta radiación es la usada en las cabinas de bronceado.
UV-B
Los rayos UVB penetran poco en la piel, pero llegan a la superficie terrestre con una intensidad mucho mayor que los rayos UVA, por lo que son los más peligrosos.
Provocan quemaduras, enrojecimiento de la piel, eritemas y aumentan el riesgo de cáncer.
UV-A
Los rayos UVA son menos energéticos pero penetran hasta la dermis. Deterioran la elastina y el colágeno de la piel, generan radicales libres y favorecen el envejecimiento y la aparición de manchas en la piel.
RESUMEN
La protección frente a ambos tipos de rayos es primordial para mantener una piel saludable.
El bronceado no es sinónimo de salud, sino de una piel que se ha tenido que defender de una agresión.
Por muy alto que sea el SPF, la protección nunca será del l00%. Siempre hay cierto porcentaje de radiación que llega a nuestra piel y este porcentaje es suficiente para nuestro metabolismo.
FUKA ERI ofrece protección contra los rayos UVB y UVA (Certificado ISO);